JUAN FERNANDO
LÓPEZ
AGUILAR EN LAS REDES DE LA DISIDENCIA
24/05/2014
Juan Fernando
López
Aguilar, junto a Anselmo Pestana, Vicent Garcés y otros convidados a la encerrona del
Puerto de la Cruz.
Había sido una
campaña frenética pero sin sobresaltos la del primer candidato canario al
Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar. Con una carencia de medios
propia de la pertinaz austeridad, pero con el PSOE canario arropándolo en
todas
las islas, el ex ministro no dejó de cumplir ni uno de sus compromisos. Ha
estado en Valladolid, Salamanca, Pamplona, Granada, Ceuta, Barcelona,
Girona,
Castellón, Onteniente, Santander... y en las siete islas del Archipiélago.
Ha
participado en tres debates a seis, en dos a cinco y en uno a tres, justo el
último, en la Televisión Canaria, en cuya antesala se enteró de que la Junta
Electoral Central dejaba fuera a Izquierda Unida y a UPyD. Las encuestas,
para
mayor satisfacción, arrojan una clara mejoría del PSOE con respecto a los
cuatro
puntos de desventaja con que partía al principio de la campaña, lo que hace
abrigar a los socialistas la esperanza de ganar, aunque sea por la mínima,
al
PP. Todo iba miel sobre hojuelas hasta que llegó el último día, este
viernes.
Una rueda de prensa por la mañana en La Laguna, junto al secretario general
regional, José Miguel Pérez, ya hizo que se encendiera alguna lucecita de
alarma. Fue justo cuando, a preguntas de Radio San Borondón sobre el apoyo a
la
candidatura del PSOE anunciada el día anterior por los expulsados de La
Palma,
llevó a López Aguilar a una respuesta poco ortodoxa: "Todos los votos son
bienvenidos". Decir eso delante del secretario general que se ha desgastado
notablemente con las expulsiones en La Palma y en Tacoronte, y que lo diga
un
miembro de la Ejecutiva Federal que había decretado tal medida
disciplinaria,
rechinó en los oídos de algunos de los presentes. Pero no quedó ahí el
desbarre.
Una comida de
Izquierda Socialista
Llamaban mucho
la
atención al término de la rueda de prensa celebrada en La Laguna las prisas
que
evidenciaba la otra candidata canaria en la lista a las europeas, Cristo
Dorta,
vicesecetaria del PSOE de Tenerife. Quería llevarse a López Aguilar
rápidamente
al Puerto de la Cruz, donde estaba programado un acto callejero de entrega
de
rosas y octavillas. Y se echaba el tiempo encima, no ya para ese reparto,
sino
para llegar a tiempo a un acto que había convocado en esa ciudad la
corriente
Izquierda Socialista, un acto fuera de la agenda electoral del partido, como
fuera han estado sus miembros de esta campaña. Se trataba de un almuerzo con
el
hasta ahora eurodiputado Vicen Garcés, significado miembro de Izquierda
Socialista que precisamente acababa de declarar a la prensa que "ha habido
censura en el PSOE" para que esa corriente se quedara sin voz en el
Parlamento
Europeo. Alguien propuso a JFLA pasarse por el establecimiento donde se
celebraba ese almuerzo, a doce euros el cubierto. Y el candidato aceptó
porque,
según sus propias palabras, "quería darle un abrazo al compañero". ¿Qué se
encontró allí López Aguilar? Pues a un amplio ramillete de militantes
recientemente purgados de su partido, con Anselmo Pestana, presidente
irradiado
del Cabildo de La Palma, algunos de sus consejeros y el líder de la algarada
del
PSOE en el municipio de Tacoronte, Rodolfo León. López Aguilar los saludó a
todos, y no sólo eso, accedió a posar junto a ellos en unos jardines para
que la
fotografía fuera de inmediato colgada en las redes sociales por los
dirigentes
más críticos con la dirección regional del partido. Las reacciones que hemos
recogido de entre la media docena de dirigentes del PSOE a los que hemos
sondeado, incluido JFLA, van desde "la traición premeditada" que algunos le
achacan, a la naturalidad del encuentro que el protagonista arguye en su
defensa: "¿Cómo no voy a saludar a Anselmo Pestana? Pero si saludo a Gabriel
Mato o a Cristina Tavío". Y el pragmático "yo pido el voto a todos los
progresistas, sea cual sea su situación orgánica o inorgánica".
La cúpula
tinerfeña
del PSOE, presente
Concediendo el
beneficio de la duda a Juan Fernando López Aguilar y dando por bueno que fue
víctima de una encerrona por parte de la dirección insular del PSOE, que fue
la
que le acercó hasta el escenario del crimen, lo que canta que tira para
atrás es
el nada disimulado interés de los allí congregados por abrazar y
fotografiarse
con un miembro de la Ejecutiva Federal que acordó la expulsión de los seis
consejeros palmeros y los cinco concejales de Tacoronte. Es evidente
que
buscaban provocar una grieta dentro de la dirección regional, para lo que
contaron con la impagable ayuda de la gente de Izquierda Socialista, la
ortodoxia del PSOE partidaria de pactar con el PP, y con la dirección del
PSOE
de Tenerife, más conocidos como los hombres de Paco (Spínola). No en vano,
en
ese almuerzo se encontraban el presidente, el secretario general y el de
Organización, Rafael Yanes, Manuel Fumero y Manuel González, entre otros, a
los
que se sumó la vicesecretaria general como conductora del candidato. También
aparecen en las fotografías, hábilmente circuladas por las redes, la
alcaldesa
de Tazacorte, Carmen Acosta, en coalición con el PP, y la ex directora
general
de Trabajo y diputada Gloria Gutiérrez, miembro de la Ejecutiva Regional que
bendijo la expulsión de los rebeldes. La encerrona convertiría al candidato
en
un bisoño porque una cosa es saludar y dejarse saludar, y otra cosa es el
posado, que ha indignado profundamente a una buena parte de la dirigencia
socialista canaria y a los leales a José Miguel Pérez en el PSOE tinerfeño,
que
le vuelven a recordar que debió fiarse de ellos en el congreso insular y no
de
los que le impusieron los que ahora acompañan al vicepresidente dentro del
Gobierno.
Una traición al
secretario general
En el extremo
más
crítico a López Aguilar se sitúan los que no se creen en absoluto que lo de
Puerto de la Cruz haya sido una encerrona. Consideran que el candidato se ha
alineado con los que quieren echar un pulso a la dirección regional y, en
función de lo que ocurra el domingo, a la federal. Creen que JFLA sabía
dónde se
metía, por lo que lo acusan abiertamente de haber traicionado a quien se
plantó
ante Alfredo Pérez Rubalcaba para pedirle que no lo dejara fuera de las
listas y
que desoyera por tanto las voces que desde dentro y fuera de España le
pedían lo
contrario. El gesto ha servido a su vez para fortalecer las tesis de los que
llevan mucho tiempo advirtiendo a Pérez de las malas artes de dirigentes
como el
alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, miembro por cierto de la
Federal,
cuya hermana forma parte del equipo de la consejería de Paco Spínola y de la
dirección insular del PSOE tinerfeño; como hace el secretario de
Organización,
Manuel González, sin que nadie los llame a capítulo por escaramuzas tan
burdas
como las de este viernes. José Miguel Pérez estaba dolido, como lo estaban
tras
el incidente de Puerto de la Cruz Manuel Marcos Pérez y otros dirigentes del
PSOE palmero. Nadie cree que lo ocurrido pueda dañar las expectativas
electorales, pero todos coinciden en que fue mejor que ocurriera el último
día
de campaña. De haber sido antes, la desmovilización de la militancia hubiera
sido aún más dramática. El lunes será otro día, pero no igual que el
anterior.
Ya verán la que se arma en Madrid, porque en Ferraz también fumaban este
viernes
en pipa.
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