lunes, 28 de octubre de 2013

POSICIONES DE IZQUIERDA SOCIALISTA : "HACIA UN ESTADO FEDERAL"

CONFERENCIA POLÍTICA PSOE
Noviembre de 2013
HACIA UN ESTADO FEDERAL
POSICIONES DE IZQUIERDA SOCIALISTA
MODELO TERRITORIAL Y ESTADO FEDERAL
Estamos de lleno en un proceso de cambio de ciclo económico, con gran influencia en la política y en lo social. Todos hablamos de una profunda crisis con una serie de problemas que están desbordando todos los ámbitos. El modelo de territorio es uno de ellos, y de forma recurrente apelamos a la Constitución de 1978, pero la solución de los problemas supera el marco y los cauces constitucionales.
Las reformas necesarias se podían aplicar al modelo territorial del Estado de las Autonomías actual, o ir más allá, en una dirección Federal. En ambos casos, se hacen algunas reflexiones y propuestas. No obstante parece lógico, que si se abre un proceso de reformas constitucionales, este debería ser lo más profundo posible, y estar orientado, al igual que la futura Unión Europea, hacia el modelo Federal.
EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS ACTUAL
Se deberán controlar los gastos generados por los gobiernos de las Comunidades Autónomas tanto de los cargos elegidos como de los cargos de confianza.
Es preciso redoblar esfuerzos para defender el Estado Español de las Comunidades Autónomas de los ataques de los sectores más conservadores de la derecha política y económica, que están aprovechando la crisis actual para proponer abiertamente la involución al Estado anterior, fuertemente centralizado y centralizador. Los despilfarros puntuales, el exceso de concesiones a algunas Autonomías, los casos de corrupción o la insuficiencia presupuestaria actual, propiciada principalmente por la drástica disminución de los ingresos más que por mala gestión de los recursos, no pueden silenciar la enorme tarea modernizadora y de mejora de la calidad de vida del ciudadano que los gobiernos autónomos han realizado en sus territorios ni el gran valor añadido de la proximidad de la Administración al ciudadano.
Proponemos una revisión a fondo del funcionamiento del Estado de las Autonomías con un debate general basado en el estudio de los desajustes, algunos graves, que se han ido detectando en las tres últimas décadas, y en la necesidad de establecer normas de obligado cumplimiento en todo el Estado que garanticen la subsanación de los agravios e injusticias detectados, tanto entre ciudadanos y territorios como entre Administraciones del mismo Estado.
También es preciso incluir en nuestras propuestas la reforma del Senado. No puede mantenerse en su estatus actual. Proceder a la reforma del Senado para convertirlo en una Cámara Territorial con competencias específicas en ese ámbito. Las elecciones se celebrarán a la vez que para los Parlamentos autónomos. Todos los senadores serán de elección directa por los ciudadanos.
EL ESTADO FEDERAL  Y LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
La reforma del modelo territorial en una dirección Federal deberá hacerse desde la aplicación de los principios de lealtad federal e igualdad, y sin perder de vista que la Unión Europea posiblemente caminará en un futuro hacia una Unión de Estados Federales.
En la Constitución de 1978 se sentaron las bases del Estado de las Autonomías, sin que en el texto constitucional se definiese el número de las Autonomías, ni el reparto de competencias entre ellas y el poder central, ni cuál sería su sistema de financiación. Este modelo por estas claras indefiniciones carecía en origen de la estabilidad necesaria, ha sido poco riguroso, y no resolvió la cuestión nacionalista de algunas Comunidades Autónomas. Para el comenzar el proceso hacia el modelo de Estado Federal, hay que partir de varios aspectos básicos, que suponen reformas de la Constitución de 1978.
Los propósitos del Estado Federal se pueden resumir en: (a) Conseguir un funcionamiento más eficaz y eficiente del Estado. (b) Mejor prestación de los servicios públicos para la ciudadanía. (c) Fortalecer la integración política de los Estados federados.
El primer paso es el acuerdo previo entre los grandes partidos que aseguren las mayorías establecidas en el artículo 167, de la Constitución actual, para proceder a su reforma hacia una nueva Constitución Federal, para la que el segundo paso es la disolución de las Cortes Generales y convocar Cortes Constituyentes, pudiendo aprovechar para este propósito unas Elecciones Generales, al acabar su mandato.
Otro paso sería el suprimir el principio dispositivo que es lo único que distingue a España del resto de los países con constituciones federales. La Constitución de 1978 estableció el llamado principio dispositivo de acceso a la autonomía política, por medio del cual las entidades o instituciones territoriales constitucionalmente legitimadas podían iniciar alguno de los dos procedimientos establecidos para constituirse en Comunidad Autónoma. Por esta razón, la Constitución no predeterminó ni el número de Comunidades Autónomas que se podían constituir, ni las competencias que a cada una le debían corresponder.
Otros pasos:
a) Definición de las entidades federativas que deberían configurar la Federación.
b) Definir las competencias del Estado o poder central y las de los Estados miembros. En este punto, es preciso considerar las competencias cedidas a la Unión Europea, y otras que sean objeto de cesión futura. Hay competencias claras del poder central de la Federación, tales como las que garanticen la unidad política del Estado, su unidad económica y la cohesión social en todos los territorios de la Federación.
c) Una vez definidas las competencias, se deberían definir los órganos de relación y cooperación entre los Estados miembros y la Federación. En este sentido el Senado se convertiría en un Senado Federal, en el que se desarrollarían las relaciones cooperativas. Así mismo se regularían unas Conferencias Sectoriales de Ministros y Conferencias de Presidentes, como instrumentos de cooperación.
d) Acuerdo sobre el sistema de financiación, basado en: la igualdad, la solidaridad, la capacidad para gestionar las competencias de los Estados miembros, la responsabilidad fiscal, la transparencia y la estabilidad presupuestaria.
No se deben ignorar los problemas de integración territorial de Cataluña y del País Vasco, donde las mayorías nacionalistas de su ámbito autonómico actual no apuntan, precisamente, en una dirección federal, y están planteando su derecho a decidir de forma unilateral, sobre la autodeterminación y posible secesión, en un ámbito legal no reconocido, ya que la Constitución de 1978, no contempla tal derecho.
El planteamiento nacionalista del llamado derecho a decidir, es claramente una reivindicación de naturaleza política, que habrá que abordar políticamente, manteniendo la legalidad y el principio básico de la unidad e integridad territorial. Para aplicar la política, hay dos vías: una es la confrontación y la otra el diálogo. La primera conduce al conflicto y la segunda a la posible solución del mismo.
Se suele decir que en tiempos de crisis no hagas mudanzas, pero conviene recordar que las Constituciones Federales de casi todos los países que las han adoptado, han nacido como consecuencia de grandes crisis, y fueron la solución que integró las entidades federativas y dio estabilidad a la Federación.
Una Constitución no puede ser inflexible como el granito y tampoco puede tener la pretensión de reformar a un pueblo. Queremos que la frontera interior de España no termine por resquebrajarse y, por tanto, tenemos que partir de un hecho insoslayable: la Constitución de 1978 tiene que reformarse desde una perspectiva federal.
Es quimérico pensar que el futuro de España no requiere una profunda transformación del Estado de las Autonomías. España es un Estado-nación plural, esto es, un estado integrado por distintas naciones culturales que requieren un inequívoco reconocimiento de sus hechos diferenciales. Cataluña, el País Vasco y Galicia son naciones y, por ello, tienen derecho a la diferencia, pero este derecho no puede ni debe significar diferencias de derechos.
Los hechos diferenciales de orden cultural, lingüístico, etc. jamás pueden justificar privilegios de derechos cívicos, sociales o económicos. El hecho de que Cataluña, País Vasco y Galicia sean naciones culturales no implica, como pretenden los nacionalistas, que tengan que constituirse en naciones políticas, es decir, en Estados independientes. España es una nación de naciones y asumir esta realidad histórica supone aceptar que el Estado español es plurinacional.
Dada la diversidad de naciones que componen España, el federalismo que proponemos es “plurinacional” y “cooperativo”, capaz de articular la diversidad del Estado desde el máximo reconocimiento de las legítimas diferencias de sus territorios, a la vez que garantizando la igualdad de derechos de las ciudadanas y ciudadanos. El modelo de federalismo “uninacional”, como son los casos de EE.UU. y de Alemania, no puede encajar en la realidad nacional española. Únicamente reconociendo los distintos demos que integran España podremos librarnos del atolladero nacionalista. Y también únicamente respetando el principio de equidad y solidaridad interterritorial e intraterritorial daremos respuesta a la encrucijada que plantean los nacionalismos. Por todo ello pensamos que el modelo que mejor se adapta a la realidad nacional española es el Federalismo Plurinacional y Cooperativo.
Tras el proceso de recentralización que está realizando actualmente el gobierno conservador que nos está devolviendo poco a poco al modelo centralista de la etapa franquista, hay que mostrar en los hechos que la Nación de Naciones que es España puede aunar la diversidad y la cohesión, la unidad y la pluralidad, la especificidad y la solidaridad.               Hay que recuperar y actualizar la tradición federal del socialismo para aunar el respeto a la diversidad cultural y al autogobierno con la solidaridad interterritorial.
ARTICULACIÓN DEL ESTADO FEDERAL
        En la España federal a la que aspiramos el modelo territorial se articulará en tres niveles de gobierno. A saber:
Ø  nivel estatal: formado por el Gobierno de España y todas las entidades e instituciones que abarcan el conjunto del Estado. La Administración Periférica del estado debe ir desapareciendo paulatinamente y con plazos preestablecidos, dejando como única institución estatal con representación nacional/regional a la Delegación del Gobierno.

Ø  nivel autonómico: integrado por los Estados Federales. Este nivel debe ser reformado para facilitar su encaje en una España Federal que reconozca y respete la realidad plurinacional y pluriregional de España.
Ø  nivel local: formado por los municipios y todas las entidades e instituciones de articulación de los municipios. La futura reforma de la Ley de Bases de Régimen Local deberá contemplar el reforzamiento de la autonomía municipal.
                            La mejora de la estructura del estado en España y de la calidad democrática debe asentarse en los principios de simplicidad, sencillez, claridad, economía, eficiencia y compromiso. Defendemos un federalismo cooperativo y pluralista totalmente consonante con los principios y valores democráticos, capaz de dar cabida al reconocimiento de las diversas realidades nacionales, a la vez que asegura la cohesión del Estado y la solidaridad interterritorial para garantizar la igualdad de derechos de todos los ciudadanos de España.
              Un Estado federal de este tipo permite mantener su unidad sin necesidad de imposiciones uniformizadoras, de la misma manera que garantiza el respeto a la diferencia sin riesgos de rupturas traumáticas. Esta España federal conformará una buena inserción del Estado y de sus Estados Federales en la Unión Europea, a la vez que dispondrá de recursos políticos idóneos para profundizar en el municipalismo.
PROPUESTAS:
                    Todas las entidades e instituciones públicas han de sustentarse en cuatro principios democráticos básicos: (1) flexibilidad organizativa: pudiendo adoptar la forma y el tamaño que mejor se ajuste al cumplimiento de sus fines; (2) transparencia informativa: publicación periódica de toda la información producida (balances, evaluaciones, salarios…); (3) democracia institucional: con la apertura de espacios para la participación de los actores relevantes del sector o área en el que esté incardinados; y (4) control permanente: con la acción decidida de los organismos contables y de evaluación para que puedan realizar controles de gestión o evaluaciones.
                    La consolidación del modelo federal reclama la reforma inmediata del Senado para ser la cámara parlamentaria de representación territorial. Para ello en las elecciones generales habría una única circunscripción electoral en la representación al Congreso de los Diputados, mientras que al Senado la circunscripción serían los Estados Federales.
                    Supresión de las Diputaciones provinciales mediante transferencia de sus competencias, recursos económicos y recursos humanos hacia los Estados Federales, los Ayuntamientos y las entidades intermunicipales donde las hubiere.
                    Incentivar la disminución del número de Ayuntamientos, mediante la agregación o concentración de varios, constituyendo nuevas entidades sostenibles capaces de proporcionar a los ciudadanos, servicios básicos de calidad, sin que ello merme la representación y pluralismo político esencial de los municipios.
                    Desarrollo de la autonomía municipal y mejora de su capacidad financiera.  Incentivar en el ámbito municipal, los procesos de cooperación, agregación o concentración de diversos ayuntamientos o comunidades locales, constituyendo nuevas entidades sostenibles capaces de proporcionar a su ciudadanía servicios básicos de calidad, sin que por ello se vea mermada la representación y pluralismo político esencial de los municipios.

                    Defensa de la dignidad y trabajo de los funcionarios y empleados públicos. Impulso de medidas para la mayor presencia y eficacia de las administraciones publicas por vía electrónica.

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